A los 72 años, el prestigioso poeta, ensayista y traductor Andrés Sánchez Robayna ha fallecido, dejando un vacío significativo en el panorama literario. Nacido en Santa Brígida, Gran Canaria, en 1952, Robayna se destacó como catedrático de Literatura Española en la Universidad de La Laguna y como una figura esencial de la poesía hispanoamericana contemporánea. Su talento fue reconocido con galardones como el Premio Nacional de la Crítica por su libro La roca (1984) y el Premio Nacional de Traducción (1982) por su versión de la obra completa de Salvador Espriu.
Un legado literario y cultural
Además de su labor académica, Robayna amplió los horizontes de la literatura mediante traducciones de autores como William Wordsworth, Wallace Stevens, Paul Valéry y Joan Brossa, entre otros. Su habilidad para trasladar el arte poético de diferentes lenguas al español destacó por su fidelidad estética y profundidad emocional.
Fundador y director de revistas literarias como Literradura y Syntaxis, Robayna creó plataformas clave para el pensamiento crítico y la reflexión sobre la literatura y las artes plásticas. También impulsó el Taller de Traducción Literaria en la Universidad de La Laguna, fomentando un espacio de innovación y aprendizaje para nuevas generaciones de traductores y poetas.
Una despedida con gratitud
El rector de la Universidad de La Laguna, Francisco García, expresó que la muerte de Robayna marca la partida de “uno de los intelectuales más versátiles e internacionales de Canarias”. En su comunicado, destacó su rol como mentor, poeta y traductor, calificándolo como un “maestro de filólogos” cuya influencia continuará a través de sus discípulos y lectores.
A pesar de su partida, Andrés Sánchez Robayna deja un legado imborrable en la literatura hispanoamericana, recordándonos el poder de las palabras para trascender fronteras y conectar almas.